FIN

En un hueco oscuro
mi mente sucumbe,
el dolor se aferra
a mi corazón.
Seré el verdugo
de mi propia alma
hundiré la daga hasta su interior.
Matar este amor
será mi castigo.
Por asirme a un sueño
hermoso y fugaz.
Seré yo el verdugo
de mi propia muerte,
y este amor inmenso
no se salvará .
Aunque mis pulmones
sin parar respiren;
aunque el corazón
lata más y más
seré sólo carne
pues mi alma muerta,
inerte, arrugada,
como flor marchita,
a merced del viento
por siempre estará.

 

Lebell! Excelente!
Te deseo un buen caminar por éste mundo de luz y armonía.

 

A ti Julia por contestar mis inquietudes, por tu amabilidad en leer mis poemas tus comentarios sson de mucha ayuda para mi
Icarus gracias por tu comentario es muy importante para seguir escribiendo, me da animos.
Abrazos