Flores casi humanas

El círculo vicioso se abre a los abismos,
he decidido sentarme a esperar silenciosa,
como quien espera prosas sangrantes escritas por ángeles
sobre las nubes...
Y Releo cada frase hundiéndome en las palabras,
hirientes como el invierno que pasé entre tus sábanas,
saboreando el fuego fatuo de ese amor
putrefacto y sin sentido...
anhelando la llegada de una primavera temprana,
cuyas flores casi humanas liberasen mis demonios...
y salir al exterior para respirar profundo,
ese aire puro de un mundo...
que pensé que no existía.

 

Algunos inviernos son muy duros. Tal y como planteas el encierro llegué a pensar que hablabas de una osa que estuviera invernando junto a su indiferente compañero. Pero quizás sea algo mucho más doloroso sobre lo que no convendría frivolizar. Bonito y triste poema.