Flores de tres en tres - XX (quintillas)

Rosa de China (Hibiscus rosa-sinensis Fam: Malváceas)



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Hibisco, rosa de China,
la flor de la hawaiana,
la tagala o filipina,
es un volcán que ilumina
la sien a la que engalana.


Reflexión sobre la dama y la flor



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Empecemos con la dama.
Una dama es una flor
que una visita reclama.
Su velado gesto llama
al insecto adorador.

Ya en otro verso dijera
de la flor, en su altivez,
que en adornarse se esmera
y es hembra que, eterna, espera
quien la fecunde otra vez.

Sin embargo el caballero,
veleidoso y picaflor,
informal y jaranero,
errático y volandero
es bicho fecundador.

Y por lo tanto es muy justo
ver la dama entre la flor,
y al caballero, robusto,
exhalar con gesto adusto
versos a su alrededor.


El poeta confiesa haber incurrido en machismo botánico




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He caído en una de las variedades más sutiles y taimadas del machismo: el machismo por sublimación, idealización o elevación, el que practicaron los trovadores desde la Edad Media hasta don Quijote, pasando por el Dante y otros, dejando a la mujer en un papel enaltecido pero pasivo. Además he manipulado la sagrada Ciencia por cuanto he atribuido a las flores, desde un punto de vista antropomorfo, el rol femenino, siendo más cierto que la mayoría de ellas son hermafroditas, y tanto emiten como reciben polen. Pero tengo la obligación de ser más severo en el juicio de mi conducta de lo que cualquiera pueda haber sido. Por todo ello, reconozco mi culpa y mi deformación y

CONFIESO

Creo que aquí me han pillado,
confieso mi mal hacer,
la Ciencia he manipulado
y, sin querer, he mostrado
mi machismo por doquier.

¿Cómo he podido caer
en tan baja condición?
¿Cómo me he dejado ver
del machismo, el proceder?,
pido, padre, confesión:

Machismo en sublimación,
del trovador, viene a ser:
obra por elevación
y coloca en un balcón,
cual ídolo, a la mujer.

De esta forma disimula
su papel dominador:
el discurso que formula,
al elevarla, la anula,
en su falso resplandor.

Si, con don Quijote, digo
las glorias de Dulcinea,
Aldonza cribando trigo
(pongo a Sancho por testigo)
impido, activa, que sea.

Y así, elevada al altar,
tengo muñeca de cera;
no mujer de armas tomar,
libre de errar o acertar,
sentir y ser verdadera.

Pequé: confieso mi culpa
y aguardo mi penitencia;
sin excusa ni disculpa,
estrujo del mal la pulpa
y me refugio en la Ciencia.

 

Es un deleite leerte,
con cariño, Anamar.

 

Es un verdadero placer pasar por tus lineas,un abrazo

 

Del Hibiscus, no puedo más que ponderar tu quintilla, pero de tus otras quintillas, no sé con cual quedarme, si con la versión machista, soberbia, o con la de la autocrítica, de una honestidad y agudeza intelectual que me obliga a sacarme el sombrero y reponerte el tratamiento de maestro, a pesar de tu reticencia,
un gran abrazo,
edelabarra

 

Pues con que te hayan gustado me conformo, Eduardo. No mentemos la maestría por si acaso trae mal fario, que dice por aquí la gente calé.

Un abrazo,

 

Es un privilegio ser leido por persona tan sensible.

Un beso,

 

Un abrazo, Amiga, incansable lectora,

 

Hermosos versos, me encantaron sus quintillas , creo que ese machismo se perdona . Es un placer leerlo.
Saludos.

 

Gracias, Mitra. Eres muy amable.

No obstante, el machismo, incluso el halagador y galanteador es un vicio injusto que debe desterrarse, y este último es el más sutil y taimado. ¡Ojo con él!

Saludos,

 

Por las flores yo me muero
Y me mata un caballero
Que robe flores de jardín
Para verme sonreír
Con ella ilumina mi rostro
Y hace perdonar sus desfreno
Aunque sea una hibisco
Qué despierte mis sentidos
Qué me haga grito por
Tan tierno regalito
Como la de las flores
Las flores del hibisco,

Es un honor poder leerlo, me perdona si me extiendo,
Y aunque no se nada de rima, que regalarle esto qué salio
De mi alocada pluma, aunque se qué no es de su altura, se lo regalo con
Ternura.

Besos

Me encanto.

 

Muchas gracias, Melao. Eres un encanto.

Besos,