fotos de un recital de poesía

el poeta sentado en un taburete de madera
aparece en trance de recitar algo que lee
de una especie de cuadernito de tapas azules
que coge con una mano en la que lleva un par de anillos
de piedra verde imitación esmeralda
que compró hace ya tiempo en un puesto de baratijas
porque alguien le había dicho que su cara tiene
cierto aire de gitano o provenzal o turco-albanés;
viste playera negra y jeans y sandalias
y apoya un pie en el travesaño del taburete
apuntalando el otro en el suelo para mantener
el equilibrio

una tipa cuarentona y medio gorda
con lentes y un tatuaje en el antebrazo
está sentada en una de las 20 sillas
dispuestas de tres en fondo y formando un semicírculo
frente al espacio donde el poeta lee sus poemas:
la única asistente al recital es ella
y en su rostro se observa el esfuerzo por aparentar
que no se percata de lo estúpido que resulta
estar allí sentada, sola, entre el montón de sillas vacías
haciendo como que no se pierde siquiera una sílaba
de las profundas pendejadas que el poeta mientras tanto
lanza a la atmósfera desierta del local
ubicado en la trastienda de la librería "el guardián del pantano"
distribuidora para todo méxico y galaxias circunvecinas
de las invendibles obras de nuestro amado poeta

el poeta aparece sentado ante una mesa
sobre la cual descansan dos pilas de ejemplares
de su nuevo librito de poemas "la maravillosa aventura de ser poeta";
en una mano sostiene un bolígrafo bic punto fino
listo para dedicar y autografiar a sus inexistentes lectores
los ejemplares que ellos tengan a bien adquirir de su nueva obra,
y en la otra un cigarrillo a medio consumir;
como fondo pueden observarse
hileras de anaqueles cubriendo las paredes hasta el techo
llenos de libros en venta en "el guardián del pantano"
y un solitario cliente de espaldas examinando los títulos
de la sección de "biografías de hombres fracasados";
debido al ángulo en que está tomada la foto
no hay forma de saber si entre las piernas del poeta
está encajada la cabeza de una mujer o se trata tan solo
de un efecto de luz y sombra que así lo haría imaginar

la admiradora fiel del poeta sonríe a la cámara
mostrando orgullosa la mancha de semen
que la verga del poeta -de la cual apenas sobresale la punta
hacia el margen izquierdo de la fotografía-
acaba de expulsar sobre su ajado rostro;
a juzgar por el área de la superficie abarcada por la salpicadura
nuestro hombre seguramente llevaba ya un buen rato
sin mojar la brocha; puede incluso advertirse
que el impulso del chorro llegó hasta rociar
unas cuantas gotas de la viscosa sustancia
sobre el lomo de algunos ejemplares de una de las pilas
de "la maravillosa aventura de ser poeta" (¿qué mejor autógrafo
puede haber para un amante de las letras
que una muestra del propio a.d.n. de su autor favorito
incrustado en el tejido de uno de sus libros
en forma de espermatozoides fosilizados?)

el poeta aparece saliendo por la puerta de "el dragón del pantano"
con un cigarrillo colgando entre sus labios apretados con fuerza;
la expresión de su rostro es de melancolía y tristeza,
la luz mortecina de la última hora del día
ahonda los surcos marcados en su cara por el paso del tiempo;
en el cristal del aparador a un lado de la puerta
un cartel de dos metros cuadrados con la foto del poeta
anuncia en enormes letras fosforescentes:
sábado 25 de julio del 2015, 19 horas:
lanzamiento mundial del esperado nuevo libro de poemas
del grandioso poeta romántico y sentimental josé villa:
la maravillosa aventura de ser poeta
el poeta en persona leerá unos cuantos de sus poemas
y después dedicará una hora a firmar autógrafos;
¡reserva tus ejemplares antes de que se agoten
con un módico 10% del precio de venta al público!

el poeta aparece de espaldas alejándose calle abajo
bajo el tenue resplandor de la luz de un farol medio envuelto
en un jirón de bruma que flota a escasos metros del suelo;
quizás empezará ya a sobreponerse
al golpe recién sufrido a su autoestima;
quizás pensará en qué hacer para acabar la noche
(meterse en el primer bar y beber whisky hasta quedar k.o.)
quizás vaya diciéndose resignado "bueno, por lo menos
escribir el puto libro valió una mamada de verga"


.

 

Me voy pensando en ese andar abatido del poeta y en que es bueno llevar gafas a eventos así...
Saludos poeta