Frente a frente, cara a cara.

Nos hemos entrevistado,
cerca de una cafetería.
Benjamín iba bien arreglado.
Se había ejercitado, además,


en un gimnasio, de los pies a la cabeza.


Exhibía su torpeza,
con la boca medio vacía,
de dientes que se le han ido cayendo,
tempranamente, quizá por intrusión de las bacterias.


Me estrecha la mano, y me pide una limosna.


Yo no soy avaro,
sino que, a diferencia de un hijo pródigo,
más que apostar por caballos ganadores,
o galgos corredores, tras la liebre mecánica,


prefiero otorgarle al pobre mendigo,





la cualidad de leal amigo.
Nos miramos frente a frente.
Ya, no soy tan superior, como era antes.
Ahora capto en él, el Amor que siente.


¡ Es íntegro ! Demente que intenta salir del hondo bache.


Moraleja: " Cuanto más aprendo,
más certeza tengo, al respecto de mi propia desnudez. "

 

Lo dijo el principito....Lo esencial es invisible a los ojos. Bello trabajo, amigo poeta!! Un abrazo

 

Excelente me ha agradado tu trabajo

 

¡ Gracias, compañeros ! Benjamín existe, pero él no es Dios. ¡ Qué lástima ! Bueno...
Creo que no necesito arrodillarme ante nadie.
¡ Fuera, ídolos !
Mucho mejor, frente a frente y cara a cara.