Fruta prohibida

Un cuarto revuelto del que nadie se acuerda
soledad áspera la que espera a los necios
sin sentir el deseo del obtener, del saber
motivos fugaces que espantan la credulidad
siempre tienen hambre, siempre saben donde comer.

Sentidos despertados a medianoche
bruma que estremece y deja desnuda su figura
erotiza con curvas de senos exquisitos
ternura de pechos descubiertos que estilizan una duda.

Sabores ocultos en la fragancia del pensamiento
tremebundos pasos los que da el incierto
tan suaves y esponjosos, eso es lo que siento
dulces teclas pulsadas, esperando...

Cólera de un ciempiés, que tan poco representa
como el tacto espacial de una rosa roja
dentro de una pequeña y frágil urna de cristal
siendo el viento y el oleaje quienes salen ganando este viaje.

Tormenta que azota la compañía del silencio
se hace fuerte ante la inmensidad de la duda
mientras la avaricia y la codicia tejen su plan
contra las mil y una noches del desierto.

 

Primera vez que te leo, así que bienvenido al Foro.

Críptico poema, compañero.

Un saludo

Luis

 

Muchas gracias hombre.
Ya me congratula escribir, pero saber que alguien te lee... mejor, si señor.
Un saludo