Fue, recuerdo, una noche azul

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Fue, recuerdo, una noche azul.
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Las estrellas rutilaban bellas,
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mas mi alma no quería el tul
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de aquellas preciosas estrellas.

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La noche gélida y serena,
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como tristeza de mi psique,
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me rodeaba, cual Helena,
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que vaga vagabunda y triste.


Mi lágrima estaba perdida;
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no lograba salir de mi ojo,
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sino que ahogaba, abolida,
​

mi lírico corazón rojo.

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La vi, triste y sola… , la vi.
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Su rostro era angélico y frío
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y sorprendido, igual al mío,
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la veo como me ve a mí.

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Le hablé y ella me habló,
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y aun cuando, ella, estuvo extrañada,
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hablaba suelta, sin presión
en el lenguaje de una hada.

…desde entonces amo la noche,
​

soy un nocherniego que vaga
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buscando su frío derroche,
​

la compañía de mi amada.

Sí… sé, que vivirá unas horas
​

más que yo, y que nuestra distancia
​

serán las paredes de auroras,
​

y que esta será discrepancia.

Que yo nunca podré besar
​

su labios de fresa y rubí,
​

más que en un melifluo pensar,
​

más que en mi más puro sentir.

Esa noche me viste tú,
​

esa noche os conocí yo,
​

mecía el viento el abedul,
​

y tú mi mustio corazón
​

…fue, recuerdo, una noche azul.
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Que noche tan azul! Tu poema es muy
bello y me ha gustado leerlo.
Saludos cordiales.

 

Bellisimo!Bellisimo amiga !

 

Gracias mi amigo =) un placer...