Fuegos dorados

Las hojas del sol potentes destellan ​

y vibran haciendo danzar las auroras
y viajan desencadenando la envidia
de luna sedienta de su eterno poder,
desnudan y profanan a la densa oscuridad
y caen pesadas en la humanidad
con fuegos dorados que causan dolores,
con trémulos rayos que son sus pálpitos
que con jugos de luz la vida engendran,​

se bañan jardines con rocíos fugaces
violentos , mortales quemando van,
torrentes de mil colores explotan
al atravesar las nubes hinchadas,
jugando con tormentas el colosal astro
imponente y solitario, jamás morirá.​

 

Gracias por este bello homenaje al dador de vida!!! Estupendo poema!!! Un abrazo, amigo poeta.

 

Vibrante intensidad despliegan tus versos amigo...
Un gusto leerte...te abrazo con todo mi cariño...
Nancy