FUKUSHIMA

​

Fuego y polvo en el aire se aglutina,
duerme un miedo escondido en cada nube,
una lágrima tímida me sube
y se queda al acecho en mi retina.

La mañana se impone a la neblina
que prolonga la noche. Se incorpora
prepotente y letal ante la aurora
el fantasma invisible de una ruina.

Los sudokus se rompen en astillas...
Con rumores de enjambre las miradas
en la niebla navegan de puntillas.

Sueños... átomos... aves a bandadas
en mis ojos se adentran, pesadillas
cabalgando locuras incendiadas.

ReyesFP​

Endecasílabos propios melódicos (3/6/10).
En recuerdo de las víctimas del tsunami del Japón del 11-M

 

De como el diablo nuclear que se creía esclavizado en esa central vino a ser liberado por un diablo mucho más poderoso: el del desplazamiento de las placas tectónicas. Lecciones que la historia da y que a pesar de ser reiteradas y acumulativas no parecen dejar enseñanzas. Leía las denuncias acerca del compromiso de la OIEA con la industria nuclear que permite que las normas más elementales de seguridad sean violadas, en este caso la de la altura de las barreras en prevención de tsunamis.
Un buen soneto con un triste motivo, estimado.
abrazo
J.

 

Lo leo por segunda vez y no deja de sorprenderme. Me alegra que regreses a compartimos tu talento poético. De nuevo mis aplausos amigo Reyes.

 

Excelente soneto, amigo, en fondo y forma; tratar un tema como éste con la altura lírica con la que lo has hecho es de admirar, amigo.

Mi felicitación sincera.

 

En lo que respecta a los detalles de la forma, pasan a un segundo plano las asonancias entre cuartetos y tercetos (-ina, -illas). En este caso es el fondo poético el que resulta primordialmente valioso, porque describe de manera absolutamente lírica y hermosa este accidente nuclear que ocurrió hace exactamente 4 años en la Villa de Okuma, Fukushima. "¡Que todo vaya al mar!" ─dirían los de TEPCO─ "¡Total!... un poquito de yodo radiactivo y de cesio no le hará mal" No saben (o sí, pero se hacen los ingenuos) que es el planeta el que a la larga sufre. Y es el hombre, tratando de entender y de actuar frente a los embates de la naturaleza, el que una vez más hace evidente su incompetencia y su mediocridad.
Enhorabuena por tan espléndido soneto.

 

Gracias, compañero Musador, por el grado de coincidencia y empatía con la preocupación subyacente en el trasfondo de este soneto. Un abrazo.

 

Trágico suceso y hermoso soneto, Reyes. En ti hay un enorme poeta, seguro.
Un abrazo