Galopar.

Tu divinidad te está esperando,
y yo no estoy vociferando.
Tampoco soy luciferino.
Ni satánico, ni gótico. Soy un pingüino del Polo Sur.


Eres como fuiste, tiempo atrás. Yo te veo, como una montaña exageradamente alta.


Rústica y agreste, toda ella hecha de goma elástica. Como el chicle o el caramelo masticable.
Como un flan que vibra y va esparciendo sus aromas a caramelo, vainilla y café.
Eres un bocata de jamón, y un tortazo en una espalda bajo una camiseta mojada.
Eres dos hermosas tetas para un postre de nata montada sobre pezón y pezón.


Sin rima; desnudo; tal cuál, como una broma. Como un precipicio que se asoma





a las aguas del océano Atlántico. Muy complicado de resolver. Un problema de matemáticas.
Eres velocirraptor en Lemuria. Eres un Lacerta inteligente. Tienes telepatía.
Lemuria se hundió. Estaba al Este del África.
Y eres atlante, muy alto y bien desarrollado, para la tecnología. Desafiante, con una espada


de luz sólida. Eres platónico: Un soñador. Te conformas con menos... Con ese mito de la caverna.


Y no quieres contemplar la Realidad.
¿ Por qué ? Porque es muy crítica y feroz.
Contiene Miedo, Literatura, pequeñez, Amor y Mar.
Y a ti te gusta dibujar. Prefieres esa otra dimensión. Pero préstame atención:


Galopar es una pareja de franceses. Galo, par.

 

Le has dado un toque humorístico con mucho ingenio. Me ha gustado!

Saludos,

Palmira

 

Gracias. Intento que seamos solemnes, que tengamos aplomo, y que afrontemos nuestra tarea co-creadora, como ángeles caminantes. El himno de Jon Secada representa a esa parte divina que hay en nosotros, que quiere que la reconozcamos como nuestra.