Golpe repentino de realidad

Es triste aceptar que el destino no alcanza,
que el futuro es incierto y el camino no avanza
y el mañana ansiado dormido quedó,
en la siesta eterna de un sueño perdido.

Es triste saber que murió la esperanza
cansada de esperar la dulce bonanza
que, pasmosa y esquiva a mi éter jamás llegó,
semejando un conato de amor y olvido. . .

Pero más triste es sentir la desconfianza
por un espejismo que mi fe truncó
y el porvenir desenfrenado huyó herido

y tras de él la razón corriendo descalza
en pos de un destello fugaz que nació
de cada ilusión que aún no he vivido . . .


(Junio 30 y Julio 01 de 2010)

 

Bueno, creo que nunca hay que perder la esperanza y llegaran esas iulisones que quedan por vivir.
Para eso hay que dejarnos llevar y caminar con la mirada llena de luz, para divisar los sueños.

Un placer leerte.
Saludos.

 

Gracias por compartir tus palabras, a veces nos negamos a reconocer la verdad aunque ya la conozcamos.