Gregoria

Carroza del infierno yo me acuerdo
viajantes de crujidos
tambien negros
por calles de adoquines.
Pasajeros
que viajan sin boleto en la crujía
esperando el perdón
sin merecerlo.
Los sombreros que vuelcan en la esquina
vacíos de respeto ante la parca
que aceptará la viuda confundida.
Después el tiempo enseña
que no hay equivocados
que algo tenemos que ver en el diseño
del mono relojero
En el fondo vislumbra que es culpable
que a su Juan ella en vida le dió todo
doncella, puta, madre, y bien cornuda
un dia se cansó y le dió veneno.

 

Este poema con menos asonancias podría encajar en realistas. Estoy seguro que con un poco más de esfuerzo lo lograrás.

 

Versos que dejan una historia a la imaginación, un placer visitar tu espacio y disfrutar de tu poesía.
Un abrazo fraterno poeta.