Grieta.

Adónde, por instinto
me obligo
por las veces que pude huir;
pero este sentimiento
sabe de culpas y mentiras;
y cómo el homicida
pasa por mi casa,
desde una sombra
me toma por sorpresa.

Cíclicamente
el miedo no sabe de atajos;
antes quemo
el peso de mi escondite en una moneda.

Ya cómplice me pierdo
en el corazón de mi verdugo;
el destino,
luciérnagas de luz,
amapolas de desesperación;
desde botellas de coñac
el precipicio estás más cerca.

Despojado de toda máscara,
y porque el gallo cantó las tres veces
no puedo negarlo:
en el pezón de la muerte
me juego la vida.

 

Una buena inspiración hecha poesía nos dejas en estos
versos Martín, donde la sutileza y profundidad de tu
pluma llega al lector para disfrutar de una buena lectura.
Ha sido un placer poder pasar a leerte.
Un abrazo. Tere

 

Muchas gracias Tere.

 

todos tenemos esa grieta marcada en el cuerpo y en el alma, y es por donde siempre intentamos escapar a través del alcohol, las sustancias o simplemente a través de llanto, de las desdichas, del sufrimiento y del desamor, sigo dejando mis huellas a través de mi reflexión de cada uno de tus poemas, Saludos Martín..

 

Gracias Mar. Gracias Maramin.

 

Q paradoja... buscando la vida encontramos la muerte. Bien logrado. Saludos.

 

Gracias Homo.

 

Poesías de este calibre,es decir,tamañas proezas de estética lírica ,ademas de electrizar las visiones apuran el ritmo de la pluma, que cada quien reconoce como suya,a subir aun mas por las laderas escarpadas de la excelencia

 

Preciosidad excelente de poesía divina.

 

Gracias Ariser. Gracias Jorge

 

Excelente poema, compañero. Un placer descubrir tus letras. Saludos!

 

wow... de punta y filo, sin añadidos...

 

Gracias Libra. Gracias Delmi.