Ha nevado hace un rato

Ha nevado hace un rato.
Me ha asomado al balcón
y he visto caer la nieve
mansamente.
Los coches se han ido cubriendo
de un fino manto blanco
y los árboles se han vestido
de domingo.
Hay una quietud que impresiona,
casi puedo escuchar
cómo cae la nieve suavemente.
Hay un sosiego hermoso,
placentero,
y una paz infinita,
y una belleza mágica
que parece irreal.
Está hermoso el jardín
que hay enfrente de casa.
Ha nevado hace un rato
y me he vuelto a sentir
como una niña, asomada feliz,
al balcón de mi infancia.

 

Describen muy bien la quietud y belleza de un paisaje nevado. Hermosa poesía.
Un gusto pasar.

 

Muchas gracias, Malena, es que ayer nevó en mi pueblo y estaba todo tan bonito, tan lleno de paz, era muy tarde y no había nadie en la calle, parecía una postal de Navidad... Un beso, me alegra que te haya gustado.

 

El poema es como un canto crepuscular, hay una cadencia dulce, armoniosa. Las cosas parece como descritas en cámara lenta, como si se desnudara cada una de las cosas hasta encontrar su esencia pura e inmutable. Me ha gustado mucho éste poema. Felicitaciones , seguiré la huella de tus poemas. Un abrazo.

 

Que amable eres conmigo, es muy humilde el poema, puede que incluso un poco simple, pero estaba todo tan bello, me recordó tanto a aquellas veces que nevaba cuando era niña...me ha encantado tu comentario, es más bonito que mi poema. Un abrazo y muchas gracias.

 

Eres muy amable también. Seguiré tu huella poética. Saludos desde Santander-España

 

Sigues llevando tus recuerdos con sentidos poemas, ¡Cómo vamos perdiendo esa inocencia Esther! de lo simple, lo que la vida tan dignamente nos regala. Asomarse al balcón de nuestra infancia es en suma dejarnos cubrir por esa nieve de verdad. Un fuerte abrazo Esther, encantado por esta lectura.

 

Suele ocurrir Esther,
que cualquier suceso por trivial que parezca
tenga el poder de llevarnos
a un rincón de nuestra vida pasada.
Un abrazo, me encanta la nieve,
disfruto mucho con tus letras.

 

Que bien, la nieve te la llevado a tu infancia, en ese silencio, en esa calma, Esther lindo trabajo, un beso enorme.

 

Gracias Emp, que rápido has sido, jajaja y que amable!!! Un beso agradecido

 

que hermoso paisaje has pintado con tus versos y mientras leía, iba visualizando cada detalle de lo que maravillosamente has descrito en tu poema, un placer volver a leerte y disfrutar de la quietud y la calma que me has transmitido. Abrazos Esther.

 

Me encanta oír caer la nieve; es como una sensación de silencio que maquilla los exteriores... y vuelven los recuerdos de otros tiempos en que los copos nos visitaban más a menudo... y nosotros también éramos menudos.
Me encantó la blancura de tu paisaje, y en él me integro con tu poema.
Abrazote de finde desde este patio con lluvia y viento pero sin nieve.

 

Que bello cuadro pintas con letras, un gusto leerte compañera de letras un beso enorme Lili

 

Hola Liliana, de verdad que me alegra mucho que te haya gustado ver ese paisaje blanco cuajado de recuerdos infantiles. Gracias por tu amable comentario, un beso compañera.

 

Hola Alonso, en mi terraza también hay viento y lluvia, pero tampoco hay nieve, me parece que me tendré que conformar con el recuerdo que quise perpetuar en el poema...bueno, y con unas fotos que hice de mi calle. Es verdad que cuando eramos niños nevaba más, llovía más y todos los domingos eran soleados...¿sería verdad, o es el tiempo el que va dibujando y desdibujando los recuerdos a su antojo? Muchas gracias, Alonso por tus comentarios que tanta ilusión me hacen.

 

Gracias Mar, que amable eres conmigo y con mi sencillo poema, valoro muchisimo y agradezco todavía más tus generosos comentarios, un beso.

 

Yo creo que la nieve tiene esa cualidad de llenarlo todo de paz, de quietud... gracias por visitarme y comentarme así de amablemente, un abrazo, Paco.

 

Ultimamente, casi todo me lleva a algún lugar del pasado... no se por qué me da la impresión de que tienen mucho que ver con el paso del tiempo estos "ataques" de nostalgia que me dan cada vez más a menudo. Gracias por pasar por aquí tan a menudo, me hacen mucha ilusión tus visitas. Un abrazo, Eladio.

 

¿Sabes qué te digo?, que como el recuerdo es nuestro, podemos dibujarlo como queramos y ponerle nieve, o volver a esos tiempos en los que nevaba más y lo disfrutábamos el doble… pero que no me vuelvan a poner los pantalones cortos, que yo me moría de frío en el patio del colegio, ja, ja, ja.
Aquí ya ha amainado el viento y ha salido el sol; te lo mando volando para el resto de finde.

 

Si que es verdad, no hace falta tener grandes cosas para ser felices, casi siempre las cosas pequeñas son las que nos alegran un poco más la vida. Muchas gracias por haber pasado por aquí, siempre amable, siempre generoso, un abrazo.

 

Aquí se ha nublado más todavía, pero cuando empiece a llover igual veo nieve en vez de agua, siguiendo tu consejo jajaja Pues no te digo nada de mi faldita corta con las piernas al aire, dioooos, que frío...cuando era pequeña, claro, ahora ni de coña saldría así a la calle, jajaja. Un abrazo, Alonso.

 

Hola Luis, igual soy una pesada por estos ataques de añoranza que me dan cada vez más a menudo, pero no puedo evitar escribir sobre ello, supongo que esto pasa con la edad, cuando eres joven no tienes recuerdos a los que volver de vez en cuando. Muchas gracias por comentarme siempre así de amable, un abrazo.

 

Es bueno asomarse al balcón de la infancia. La nieve es para los niños una fiesta maravillosa, sobre todo cuando se suspenden las clases.

Feliz primavera, Esther.