Háblame, búscame y encuéntrame

Háblame, búscame y encuéntrame.

Establece la unión del aire con el viento,

transforma tu aliento en un beso,

y cambia las luces de la ciudad

por estrellas de luz azul.


Llora tu alma a través del sol

e inventa formas de enrojecer.


Navega en el infinito del miedo

y descubre valentía en el temor.

Vive la soledad del espacio

y esconde tu corazón de la paz.


Porque la vida es guerra

y si te detienes dejarás de existir.

Porque la presencia de la esencia

se siente aún en el lugar vacío,

en la estación perdida

del viaje para ti.

En el viento, en las nubes,

en el lugar donde tiemblan los pies,

en el lugar donde sonríes a lo que no es.


Pero el alma no sale en lágrimas,

Nunca escapará de la batalla,

y si no quieres ganar no ganarás


Te puedes perder en la tierra, en su viento.

Podrías hablar ahora,

Puedes encontrar la respuesta.

Pero sólo observas

y contestas con brillo en la mirada,

sin hablar, sin entender.

Otro mundo se recrea

en las pisadas de la arena,

en el viento de las hojas

y en mi sangre fría.

Si cuando te conocí no te entendí,

el final no es entenderte,

tan solo viajar por el agua

y en el aire

que estremece mi cabello,

Que lleva en él un beso.


Porque no hay realidad más extraña

que la que no es.


Oculta en el infiero esta mi promesa

firmada por el cielo, para amarte.

El ser del ser te espera

y lo vivo de lo vivo se esmera.

¿Cuándo acabará la búsqueda

si ya se que el destino une y no separa?

Tal vez siempre viva pensando en la imposibilidad.

Si me pierdo en mi conciencia y espero otro futuro

es porque cambia el mundo de rotación,

porque lo incomprendido se convierte

en suspiro de algo inseguro,

de lo que podría ser y es

pero que existe aún en el centro de la molécula.


Prudence cohel Smith


Jueves, 16 de Febrero de 2006