Hablando de fantasmas

A cada paso cruje la madera, llama la atención

la luna está pálida despectivamente

soy el demonio con cuernos si no me pongo loción

hacia atrás o adelante cuelgo de un saliente

perdonen las faltas en que no falto por porción

si me fajo dudoso o determinante.


Rondando por lo hueco, los fantasmas

chantajeando al prójimo, juntando balas

adosando las señales desveladas

no importa el daño porque somos de piedra

ser humanos era una moda pasajera

en realidad la máscara está bordada.


Estar encerrado en uno mismo es la onda

o debería serlo porque no desemboca

acepto que entre los lunares hay arrugas

y que a cierto ángulo se tornan verrugas

pero no son el libro omnisciente

y las palabras con furor son palabras igualmente.


Los fantasmas son colosales consejeros

por ellos muchos tonos significan imbécil

los animales muertos son solo animales muertos

por ellos ser más grandes que Jesús parece fácil.

 

Es difícil ser humilde, cuando se es tan grande. ¿ Verdad ?

 

Es difícil decir lo suficiente

 

Tus poemas son un laberinto, y no sé cómo comentarlos, pero me hace gracia resumirlos, porque así, parezco un genio. Ya he sido criticado por Ángel San Isidro, y en el fondo, algo de razón tendrá. Sin embargo, me gusta vivir el Momento, y en eso, me inspiro. Mi Poesía es fácil, en apariencia. En la superficie... Es un truco de magia, para engañar al respetable público. Hago ilusionismo. ¡ Todos podemos ser humanos y divinos ! Lo que ocurre es que aceptar nuestra responsabilidad, como divinidades, es duro. Ya que debemos dar buen ejemplo, entonces, constantemente.

 

Me gusta tu poesía. Puedes enloquecer un rato con ella e incluso noto un desborde de no sé qué, que me hace creer en esa superficie.