Hasta la vuelta, papá...

No sé cómo pensar en tus ojos,
no sé cómo pensarlos...
No sé cómo mirar tu sombra que
vaga por mi mente. Si tu sombra
se escurre con el alba, y tus ojos
se cierran con la noche.

Tu aliento frío cubrió mis manos que
buscaban un beso moribundo...
Ya era tarde para un beso tuyo...
Tus manos se alejaron y mis ojos
miraron mi desgracia.

Te alejaste de mí, sin tú quererlo, más
yo de tí lo hice y lo sabía...
Quiero pedir perdón ante mí mismo,
para que al fín mi paz llegue algún día, y
que tu paz también en tu sepulcro, ya
no vuelva a sentir melancolía.

Tus ojos se cerraron sin premura...
¿Se cerrarán los míos algún día?
pues, he de sufrir bastante mis desplantes,
tal vez padre, anhelabas mis caricias...

Recuerdo tus ojitos tan distantes,
quién sabe que tan lejos estarían, núnca
entendí ¿por qué? si te adoraba,
me alejé tanto de tí, que tontería.

Quise tu amigo ser, padre adorado,
pero no pudo ser, y es mi agonía...
Cuanto deseo ahora recordarte,
y sentír tu voz y tú la mía, y abrazar
tu regazo y extenderte mis manos y
mi ser con alegría.

Te fuiste amor mío, padre mío, y
no escuché aquel DIOS TE BENDIGA,
pero sé que dónde estés, tú nos bendices,
y con tu bendición colmas mi vida.

¡Adios! mi ser amado, mí cariño,
espero volver a verte yo algún día.

 

Versos tristes y escritos con mucho sentimiento... Me dejaron un nudo en la garganta. Saludos.

 

Nunca muere lo que se recuerda y si hay tanto amor no hay motivos para perdonar.Bello homenaje que estoy segura le ha llegado,un abrazo

 

Cuánto dolor en tu poesía César...me permitís decirte algo? No olvides que los papás son papás siempre y aunque no lo creas todo lo comprenden y perdonan. Ellos también fueron hijos y seguramente habrá existido más de una vez en que sintieron como vos. No te quepa ninguna duda, con tus palabras has envuelto el alma de tu papá con un manto de paz, felíz debe sentirse, orgulloso de ser tu padre y ha de seguir bendiciendo tu camino hasta el día del reencuentro.
Un abrazo para vos

Denn