Hay que matar a ese hombre

Hay que matar a ese hombre,

mira, se lo está comiendo la soledad.

Hay que matarlo, no se entrega ni a sí mismo,

solo causa desazón en quien lo observa,

desconsuelo en sus leales,

es lo que causa,

y no entiende de otra cosa que de habitaciones tan vacías como cuadradas,

y habita esos lugares,

que solo se pueden imaginar en la distancia.

Hay que matar a ese hombre,

es un mapa equivocado de aquello,

que lo lleva al infierno de haber entendido,

que es el único resultado de sí mismo,

que es una hoja más,

podrida entre tantas,

después, mucho después de haber danzado con los efímeros impulsos del viento,

después, tanto después,

de haber navegado por los torrentes de las lluvias que tan al sur,

[COLOR=#000000]traían los otoños maldecidos por el oro inútil de su adorno.[/COLOR]

[SIZE=3][COLOR=#000000]Hay que matarlo… [/COLOR][/SIZE]

[FONT=Calibri][SIZE=3][COLOR=#000000]¡Por favor hay que matarlo!,[/COLOR][/SIZE]

[FONT=Calibri][SIZE=3][COLOR=#000000]evitarías, de hacerlo,[/COLOR][/SIZE]

[SIZE=3][COLOR=#000000][FONT=Calibri]que él enrede algún destino ajeno entre sus torpes manos,[/FONT][/COLOR][FONT=Calibri][/font][/SIZE][FONT=Calibri]

[FONT=Calibri][SIZE=3][COLOR=#000000]impedirías,[/COLOR][/SIZE]

[FONT=Calibri][SIZE=3][COLOR=#000000]más estelas perecederas en un mar que al fin,[/COLOR][/SIZE]

[FONT=Calibri][SIZE=3][COLOR=#000000]ya está tan cercano a la muerte como él.[/COLOR][/SIZE]

[FONT=Calibri][SIZE=3][COLOR=#000000]Hay que matar a ese hombre que es su propio lobo, [/COLOR][/SIZE]

[FONT=Calibri][SIZE=3][COLOR=#000000]su misma sombra.[/COLOR][/SIZE]

[FONT=Calibri][SIZE=3][COLOR=#000000]Y tú sabes cómo hacerlo…[/COLOR][/SIZE]

[FONT=Calibri][SIZE=3][COLOR=#000000]Solo deja que las ausencias lo cerquen hasta ahogarlo.[/COLOR][/SIZE][/FONT][/FONT][/FONT][/FONT][/FONT][/FONT][/FONT][/font][/FONT][/FONT]

 

Cómo matar algo que no está vivo?
Cómo vivir entre las sombras de la muerte?
Tus letras son grandes, tan vitales como la vida que soslayas, como la "Vida misma".

El temor: es quien debe morir, la perplejidad indigna que carcome el alma y empantana las horas de dudas superfluas.
La paradoja, puede convertirse en esa cuerda floja sobre la cual andamos con pasos inciertos en la vida, tambaleándonos siempre y con el riesgo constante de caer una y otra vez.
Grandíiosas letras, las que nos dejas. Siempre me deleito en tu espacio. te aplaudo mucho, te admiro y te abrazo grande.

Mira, tus letras me recuerdan esta de Arjona:

[video=youtube;6mKXa3tI63g]http://www.youtube.com/watch?v=6mKXa3tI63g[/video]

 

Maravilla de obra, excelencia es lo que se ve.

 

cuanta fuerza, el amor propio es válido en todo contexto,
gracias por compartir,
Denn

 

Líneas de reflejo donde se hace responsable el emisor de su propio viaje.

Excelente.

Gracias Desierto por compartirlas.

Saludos.