Hay silencios...

Al llegar a casa
¡cómo ha conocido
la maresita que me quiere tanto
que estuve contigo!

Seguidillas
Manuel Machado
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Hay silencios…

Mi confidente
que de ser buena y ser seria,
es además indulgente,
toito me lo consiente.

Nada me hace falta hablar,
se ve que ya me conoce
con la forma de mirar.

No me alivian la conciencia
las espinas de sus rosas,
no siendo de penitencia.

Y tengo la maravilla
del regalo que me hace
con un beso en la mejilla.

 

Hermoso lesmo!!!
Como madre soy consentidora de mi único hijo varón y este poema me recuerda las veces que sin el pedirlo le daba un beso y lo acompañaba ante su solícito silencio....
Inmenso placer recorrer la dulzura de tus letras...
Saludos hasta tu espacio
Camelia

 

Cuando se llega al punto de que no hace falta hablar para entenderse es que la cosa funciona. Bello poema amigo Salvador. Un saludo. Paco.

 

Muchas gracias, querido maestro, por este acercarte tan amable a mis letras y por dejar tu huella que tan importante es para mí. Celebro que hayas encontrado la presentación adecuada.
Te dejo aquí, junto a mi admiración, un fuerte abrazo.
Salvador.

 

Muchas gracias, querido Miguel, por acudir a mi espacio. Éste dedicado a mi madre. Efectivamente esa letra que señalas corresponde a "Glosa de la soleá" de Rafael de León donde se hace eco de otra que decía "Toito te lo consiento/ menos faltarle a mi mare...." En este caso es ella quien me lo consiente todo.
Lo dicho, muchas gracias por tu amistad y amabilidad.
Un abrazo muy fuerte.
Salvador.

 

Muchísimas gracias, estimada Camelia. Compruebo que has comprendido bien lo que quería expresar en estas estrofas. Celebro lo que me indicas de esa magnífica relación con tu hijo.
De nuevo muchas gracias, el placer ha sido mío de encontrarte en mis letras.
Un saludo con todo afecto.
Salvador.

 

Tienes toda la razón, querido Paco, por aquí funciona la cosa a las mil maravillas. Muchísimas gracias por acercarte y dejarme tu amabilidad.
Con todos mis afectos, un abrazo fuerte.
Salvador.

 

Muchísimas gracias, mi querido Luis, por este comentario tan amable que dejas en estas letras dedicadas a mi madre. Celebro enormemente que haya resultado de tu agrado.
Te dejo un fuerte abrazo junto a todos mis afectos.
Salvador.