Hay vidas sin belenes

Hay vidas sin belenes

No puedo comprender que existan leyes
que impidan socorrer al desvalido.
La mar es un desierto que estremece
de tantos desgraciados engullidos
que buscan, arriesgando cuanto tienen,
por ver lo que es la paz, y el paraíso…
y el cielo del que todos sueñan siempre:
¡el techo familiar para sus hijos!
Si pienso en la desgracia de estas gentes
¡y sólo por nacer donde han nacido…!
me angustia su horizonte si mi mente
vislumbra el panorama que han vivido.
Se embarcan enfrentados con la muerte
en medio de la noche y ateridos,
temblando entre las olas que estremecen
y Luna que se oculta con un grito.
Comprendo que la Nochebuena viene
y alegra el corazón de nuestros hijos
mas ellos, ocultándose se atreven
a dar su triste vida si es preciso.
Y se me ocurre hacer una inocente
pregunta sin maldad a mis amigos:
¿es cierto que se enfrentan con su suerte
sabiendo que la muerte… es su cobijo?
¿tan tristes son las vidas que ellos sienten
que apenas se percatan de su sino…?
Se lanzan, con valor, pero imprudentes,
sobre las bravas aguas, sin auxilio,
del mar mediterráneo, conscientes
de morir congelados por el frío
o tras, vagar de noche,… sin oriente…
sin nadie que asegure su destino…
cansados y agotados simplemente
tras todas las angustias del camino
aspiran alcanzar, si Alá, lo quiere,
la paz, la caridad y el pobre auxilio
de un plato de alimento, bien caliente
la sopa de Cruz Roja, y de un abrigo,
que alivie, por lo menos, al que viene
enfermo… o probablemente herido,
o tirita de anemia, o de fiebre.
Es época de alegres villancicos,
la Navidad festiva está presente.
Mas todo aquel esfuerzo que han sufrido
impide disfrutar del nuevo ambiente;
las pocas esperanzas… se han perdido
en medio de las aguas ¡tristemente!
La gente que llegó… (¡Gracias, Dios mío,
que no cayó rodando la pendiente
del proceloso mar, traidor e impío!)
ya piensan en el hambre de sus gentes
y en las promesas bobas, que alguien dijo:
¡No saben… ni que existan los belenes!

 

Me parece un trabajo excepcional, tanto en la calidad técnica del romance en endecasílabos, como en lo bien tratado que está tan desgarrador e impactante contenido.
Felicidades.