He llegado a tu cuerpo.

He llegado a tu cuerpo.
Es una cueva olorosa y húmeda.

He llegado al espacio que he creado entre las nadas deshumanizadas.

Vibro y muero un poco para que me cojas la mano.

Estoy viva a tu tacto.

Me deslizo suave entre los poros de tu cueva.

Entro en ti con sólo una mirada.

Mientras deseo que abraces y borres mis anhelos
con una boca y una pregunta retórica.

Mordiente igual que un veneno.

Te espero siempre,
en tu cueva iluminada.

© Copyright 2008 Amalia Méndez Lombao. Todos los derechos reservados.

 

"Te espero siempre en tu cueva iluminada", qué hermosura de verso, y al ser el final le da sentido a todo el poema. Bello erotismo, fuerte sensibilidad, buen manejo del ritmo. Te felicito.

 

El ero representa la forma de vivir con amor, pero la contancia es la esperanza de amar, buenas palabras amiga, te invito a leer lejano tormento y asi comienza nuestra historia, todas las estrellas para ti...