Herejía de una atea

Tan cerca están mis fantasías, que nunca se cumplen.
¿Estoy mal si me embriago de locura cuando otros se embriagan de poder?
Decidir que el pasado no me importa más allá de su valor histórico
Clasificar el amor según sea posible, no según sea verdadero
Hacer la más vergonzante confesión: amé y renuncié a mí misma
Como si los sentidos fueran igual de válidos a los argumentos
Actúe según la premisa de que Dios no existe y tampoco la traición
Lo admito: creí,
Con especial ridícula capacidad
Que tanta felicidad no era delito contranatural,
Hice el amor como los hombres
O sea, sin tapujos
Sobre mesas y otras dimensiones.
Te lo concedo: quemé todas mis naves con increíble rapidez,
Quererte: mi más puro acto de fe.

 

Sentidos y profundos versos nos regalas amiga Flordelis. Ha sido un placer pasearme por tu obra y deleitarme con su lectura.
Un abrazo desde los cielos de este halcón.

 

Muy personal y sincero, bello porque me gusta y además coincidimos en lo del ateísmo, me gusta como escribes amiga flordelis pero creo que esto ya te lo he dicho alguna vez. Abrazote vuela. Paco.

 

Yo sí creo en Dios.
Él creó la mostaza.
Hmmm, y eso es perfecto, para la tortilla francesa.