Heridas.

Al verso que te susurra,
al dolor que te delata,
al sentido que te cubre,
a la piel que se hace escama,
a todas las iniciales,
de tu nombre en retroceso,
si el sentido de esta lucha,
en tus huesos se hace exceso.
Si me vuelvo en tus heridas
el carmín que se dispone,
y valiente en la batalla,
se deshace en tus rincones,
mátame y hazme silencio,
pero no digas mi nombre;
la piel refleja la herida,
y de heridas se hace el hombre.

 

Estimada Gloria: Magníficos octosílabos con un ritmo trepidante que hace de este poema una más que grata lectura. Un placer haber pasado por este espacio.
Con mis afectos va un saludo muy cordial.
Salvador.

 

El placer es mio, un fuerte abrazo, muchas gracias por tu visita, saludos.

 

Muy buen ritmo, me encanto la manera de hilvanar cada verso de esa tu tristeza, me ha encantado leerte, seguro estare presente en mas escritos tuyos, saludos, bello escrito.