Hermano...

Hermano…

Hermano, cierra ese libro,
cuelga el teléfono,
ponle pausa a tu codicia,
cubre con lienzo tu condición social.
Hermano, baja de tu trono,
no te invito a mendigar,
solo observa el entorno que te rodea
y pon tus pies sobre la tierra,
¡somos parte de la misma historia!
¿Por qué te olvidas de que eres mortal?
No margines mis derechos
la naturaleza nos los concedió por igual.
Hermano, sacúdete el orgullo,
desempolva tu humildad,
no permitas que los bienes materiales
empañen los ojos generosos de tu alma;
la vanidad no te hará feliz…
Hermano, viste a tu inteligencia de sabiduría,
valora la verdad de las apariencias,
escucha el silencio de los pasos del tiempo,
libérate de la esclavitud del egoísmo.
Hermano, no somos perfectos
y no valemos ni más, ni menos uno del otro,
obedecemos del mundo las mismas leyes,
valorémonos y guardémonos respeto.
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Interesante reflexión,
una invitación valiosa sin duda, un saludo, kisses.