Hermanos míos

Cantemos, cantemos sones

al alba que endulcen nuestros

sentidos, suenen ancestros,

carnaval y corazones,


cojámonos de las manos,

juntemos todas las palmas,

más unamos nuestras almas

en eterna luz, hermanos


míos, y haya luz de cirios

a lo largo del camino

que nos reserva el destino

por cual ofrenda de lirios.

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Nota: Tengo sangre rusa y ucraniana por parte materna, y espero que con "cantos" similares a este pongamos fin de una vez a una guerra absurda que sólo hace enriquecerse a las empresas armamentísticas a costa de segar la vida de cientos de miles de personas.

 

Que así sea, poeta, hay que hermanarse frente al afán de destrucción, que muestran este absurdo y bárbaro lado humano que sólo concibe que para reinar hay que destruir, aplastar para sobrevivir. No hemos visto superación de este aspecto, en este sentido apoyo la idea de que el hombre es el más irracional de los animales, y el más tonto. Un abrazo.

 

Gracias, amigo José Luis. Yo pienso lo mismo, el ser humano no tiene remedio y siempre tropezará con la misma piedra, que siempre han sido la ambición y las ansias de poder (de un lado o de otro, me es indiferente). Menos mal que existe la poesía para dar luz a tanta oscuridad. Gracias por pasarte por aquí. Un abrazo

 

¡Excelente canto, FanÁngel!

Esperemos que todas las voces en coro sean oídas, y detengan
esta beligerancia sin sentido_
Hay muchas opciones para desatar un nudo gordiano,
pero la guerra no debiera ser siquiera una_
Abrazos_

 

Muchas gracias, Lucio Esteban. Ojalá sean oídas todas las voces en coro para parar cualquier guerra, no sólo ésta, sino otras que siguen su curso pero de las que ya no interesa hablar y otras que estallarán en el futuro (el eterno ciclo del que la especie humana no ha aprendido ni aprenderá jamás). Gracias por pasarte por aquí. Un abrazo

 

Muy hermoso tu cantar, FanÁngel, muy apropiado si esto sirviera para aplacar los demonios de la guerra. Tienes un alma grande. Saludos fraternos.

 

Muchas gracias, querida Ingrid, por pasarte por este rinconcito. Ojalá que el canto vertido en un poema pudiera cambiar muchas cosas, mas la esperanza en el porvenir de la humanidad (aunque no haya aprendido de sus errores) es lo que debe permanecer siempre presente en nuestros corazones. Un abrazo fraternal