Hermenéutica de la risa

A veces digo que andar de prisa es andar de risa,
es decir, que no se puede reír sin haberse ido como un vahído,
no se puede ser lento si uno quiere reírse hasta el abdomen,
tiene que romperse el cuerpo a la velocidad fatal del rayo si uno quiere dislocarse la mandíbula en una emergente carcajada que nos desinhiba.

Luego de la risa llegan los dolores musculares y los requebrantos de los dientes,
unas muelas rotas y los colmillos sin filo,
llega un dolor estomacal lento como humanidad en retroceso,
llega un segundo éxtasis catártico menos rápido y mas genocida.
Estamos en lo obtuso de la fornicacion intelectual,
para cuando volvemos a reír nos desgarramos las tripas,
se llega de rayo a despilfarrar en una carcajada la pesada mujer que nos ahoga el rabo absorbiéndonos como molusco,
se escupe el amor con tanta fuerza que se sale la lengua de la boca,
lo pisamos y nos lo tragamos por los poros hasta que los ojos se nos van de ilegales al cielo,
para reírse se necesita andar de prisa.
Para cuando volvemos a reír ya es de noche.

 

Otro excelente poema creado por tu pluma, creas unas imágenes poderosas. Me ha encantado y si cuando volvamos a reír ya será de noche amigo mió. Joder de verdad que disfrute este poema. Un saludo y un abrazo. todas las estrellas que te las has ganao.