Hija

A César
y una pequeña golondrina -
con infinito amor


Niña, el sol que nos alumbra los días,
tu sonrisa divina calienta corazones,
hija nuestra,
fruta de un inmenso amor.

Niña, estrellita anhelada,
cuando duermes en los brazos de tu papá,
cansada de jugar en el patio,
los sueños dulces recorren tu rostro.

Niña, rayito de luz que nos acompaña,
¿como serás?
¿Ojos oscuros, profundos, misteriosos,
o espejos del cielo y del mar?

¿Serás salvaje, un torbellino pequeño,
o tranquila como un lago en los Andes,
impaciente como tu mamá
o con la paciencia y sabiduría de los maya?

Conocerás las circunstancias de esta vida,
encontrarás amigos
y siempre tendrás que luchar,
pero siempre también podrás contar con nuestro amor.
​

 

muy bonito que sentimiento, que tema..... felicidades

 

Muchas gracias Antonio, esperamos ansiosamente a esa niña. Para mi siempre es un pequeño milagro como nos enriquezen la vida. Gracias por pasar y detenerte por estos versos.

Un abrazo
Karen