Hincando el Diente

Hincando,
trozando tus manos que se arremolinan conmigo,
con tus ojos repletos de sueños,
de dueños,
de ensueños,
todos ellos misterios,
remolinos de trigo,
de sueños,
de niños,
enclaves de lobos heridos,
se mejoran y vuelven a aullar,
una cosa singular,
una pena refleja tus caderas, una multiplicidad de pasiones, de yertas canciones,
pasiones inéditas,
proféticas, me quitan el sueño regresas a la seducción,
obtención de honores, patrones, mirones, deleitosos y luminosos,
hincándote el diente de noche, de día, de noche al día,
de la mañana a la noche,
a esa noche encerrada en tus manos,
tu pelo, tu vello,
el bello vello que tienes,
me vienes a buscar,
a enamorar,
a susurrar,
ya cuando es boca de lobo,
colmillos brillantes,
tu cuerpo cimbreante,
dilatante,
amante,
feroces cuchillos que entierro en tu piel que no me deja dormir,
atrapa metales y asesina los filos,
mata los hilos y endulza mis hilillos,
mis torpes cumbres de piel que se estremece con tu aroma,
que no venga y carcoma mis ojos, diluya mis manos, separe los miembros,
dilate,
refleje,
seduzca,
enloquezca.

 

cualquier entrega es un paso al abismo de empezar a sentir, se hinca un diente para luego entrar con toda la humanidad.
un delito no haber afilado mis colmillos.

K

 

Siempre con dualidad..
todo lo atrae hacia el reino
de lo oscuro..
me gusta eso
Saludos​

 

Gracias, Kira y Sabrina, por sus comentarios.

 

definitivamente un misterio
mi querido amigo...con seducción,
mis abrazos.

 

Gracias por el comentario, Aubriel.