Hipocampo

Lágrimas inundan el papel
borrando las letras
que se funden
en el borde acuoso de la tinta.

Son lágrimas
que no diluyen el dolor
ni anulan el suceso,
pero tú descansa,
ya vendrá con su saliva
la lengua del tiempo.

Mis sueños
duermen indefinidamente
en el vago hipocampo,
brotando sólo
en la espesura de mi llanto
que germina en un frasco;
sobre el algodón
una semilla
resguardada de los pájaros.



Eunice Salvaje

19 de agosto de 2020



Poemas improvisados.

 

que irrenunciable se vuelve, la lagrima que no pueden...
bello.
saludos.

 

Esa misma saliva que ayuda a pasar las páginas de un libro, un tiempo que ya no nos pertenece, que quedó atrás, en el interior de un frasco o un álbum de fotos o un cuaderno de notas, al reguardo de los pájaros.
Gracias por este poema me ha gustado mucho. Saludos.

 

Felicitaciones Eunice, buen poema...
Esas lágrimas no borran las letras, se funden porque hacen parte de ellas...