Hipocresia

Te acercas pidiendo clemencia

y ruegas el perdón divino,

escupes versos ofensivos,

para las gentes que yacen

cuando aún están vivos.



Desprecias las ropas harapientas,

de la limosna, nada para el mendigo,

sonríes a tus actos, pensando,

que caerán en el olvido.



No dejes el tiempo atrás,

no llames al amor marchito,

déjame explicarte, que ninguno

de tus golpes de pecho han sido oídos.



Diez céntimos en un canasto,

doscientos euros en tu vestido,

ninguna misericordia, para el pobre

que de tristeza anda solo arrepentido.



No busques escusas espontaneas,

que esas las esquivo, no me mires con desaires,

porque de tu ropa no voy investido.



Deja que el tiempo pase,

Nos veremos al final de camino.​

 

Muchas gracias Antonio¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡