historia de desamor 2: odios y confusiones

En principios de un camino te cruce, en mi mente solamente fuiste un después,
compromisos de tu parte retardaban a este bestial ser para que se acercara,
riñas largas a lengua tendida, solo tiraban sangre en forma de de lo que nunca se es,
eso de a poco influyo en que el ser interior mío poco a poco despertara.

Y fue el intransigente ego mordedor de sueños quien canto,
y fue el tiempo orgulloso en su esplendor quien contó mis extremidades,
fue el cielo quien se abrió ante mi mismo, y no había nada allí,
fueron ruinas mis plegarias, fueron mentiras los nombres en vano.

El insomnio se alargo en mis pensamientos y ya nada pude ver,
el calor fundió de abajo todo el hierro de mi cuerpo,
fui pegándome a ese suelo del que el mundo se ha agarrado,
fue el placer mi sentimiento de ver a varios pares muertos.

Esa lluvia que lavo mis pies, esas cosas que se filtran en la tierra del jamás,
esas aguas bondadosas, limpiadoras del error, o esas cosas que no hice,
esas cosas que repite mi interior por no poder digerirlas, un ¿Por qué nunca amas?,
y se hizo noche el día y el día luego regreso, para llevar mi poca honra en su terror.

Y los miedos y la ira, que me comen la cabeza por ver siempre lo demás, por no ver para atrás,
por frenar toda puñalada sin avisar con la espalda, por clavarme esas dudas al despertar,
y ese viento que me frena y las cosas que no entiendo, ese tiempo que no espera jamás,
toda mi vida, todo este día, todo lo escrito, poco a poco empieza a gritar ¿Qué tenes para contar?.

Esos sueños que se mueren al primer rayo de luz en la cara,
esas metas que se alargan y jamás terminaran,
esos fines que no son lo que ellos dicen, solo una dicha mala,
son todas esas cosas que nunca se entenderán.

El amor que se complica, esa muerte que no muere,
esos dientes que no cortan, esas dagas que desangran,
esos besos que lastiman, esa angustia que te duele,
ese ahogo de palabras que te asfixia, esos golpes que desgranan.

Nada es algo para mí, algo es algo para otros, yo pienso en el futuro pero vivo en el pasado,
tiempo al tiempo –ya veras-, nada veo en este encierro sin candados, celdas, ni penal,
persevera y triunfaras, muchos golpes en la frente, muchas veces querido, nunca amado,
solamente encuentro pares en confusiones profundas, es todo un momento esperado pero confuso a estrenar.