Historia de un juguete

No estoy seguro si fué navidad, tu cumpleaños, o simplemente alguién te quiso hacer un regalo, pero esa ocación recibiste aquel presente. Estaba envuelto en una caja y un papel lleno de rosas, tù emocionada lo tomaste y cuidadosamente quitaste la envoltura, abriste la caja y te encontraste con una marioneta de payaso, estaba algo descuidado al parecer alguien ya había jugado con él, en su rostro aparecìa una lagrima debajo del ojo izquierdo, pero en su boca se dibujaba una gran sonrisa, parece que él estaba alegre de que fueras tu quien lo recibiera.
“Que juguete tan gracioso” pensaste, no te importó que alguien mas hubiera jugado con él, ahora era tuyo y lo sabías.

Con el tiempo le fuiste tomando cariño y pasaron preciosos momentos juntos, aun recuerdo esos días llenos de alegría en los que el payaso era el heroe, un heroe muy extraño por cierto, pero que importaba era tu historia y tú así lo querías. En ocaciones eras tu la heroina, pero siempre al lado de tu payaso, el era felíz y a ti te hacía felíz, pareciera que el payaso tuviera vida.

Después de un tiempo el payaso y tu ya eran inseparables, el iba contigo a todos lados y tu no querías ir a ningún lado sin él.

Hoy el tiempo ha pasado y tu has crecido, empezaste a olvidar a tu viejo amigo, ahora lo miras y con desprecio te parece ridículo, te apenas de llevarlo a algún lado. “Que van a pensar mis amigos si te ven conmigo” dijiste, y después de eso lo dejaste. En su rostro hoy aparece una lágrima del lado derecho tambien y aquel juguete que alguna vez pareció vivo hoy de nuevo está muerto.

Olvidado en la caja de juguetes me has dejado y aun sigo esperando que algún día vuelvas a jugar conmigo pero cada vez más me doy cuenta de que no ocurrirá. Tu ya no eres una niña y yo solo fuí un juguete, tu tiempo junto a mí a terminado, seguirás con tu vida ya sin mi, y algún día me recordarás pero yo ya no estaré ahí, solo quería que supieras cuanto te amo y que yo jamas te ovidaré, seré envuelto de nuevo y enviado a otro destino yo haré felíz a otra niña, tu iras viviendo así sin saber que tu payaso ya no estará ahí nunca más.

Eternamente tuyo:
Un juguete más...

 

Rebozante ternura, precioso, saludos.