Historia: Enfurecido Mar.

Era una tarde gris, con nubarrones por doquier, la brisa fría y amenazante susurraba en las velas del barco. Ya el mar empezaba a picarce... De pronto empezó a llover y tu barco de amor donde me hallaba atado ha aquel mástil, empezó a moverse por las turbulentas aguas de aquel furioso mar, mi corazón latía fuerte, desesperado por desatarme y abrazarte fuerte para no dejarte ir...

Tu mirada profunda como el mar, tu cuerpo frió como la brisa amenazante y tu voz entrecortada como los susurros de aquella
brisa, hacian estremecer cada vez mas fuerte las velas tu barco.
Al notar todo aquello que me demostrabas, solo te miraba fijamente y me perdía en la profundidad de aquel mar inmenso que se reflejaba en tus ojos, sin hallar respuesta, sin hallar la salida...

Al lograr desafarme, corrí en tu búsqueda, pero por los movimientos bruscos de aquel mar enfadado, no se si contra de el mismo, si molesto contra las leyes de la naturaleza o contra la vida misma, tropecé y rodé por el piso mojado, golpeando mi cabeza y quedando aturdido.
El barco seguía su rumbo, continuaba la lucha entre la lluvia, los relámpagos, los truenos y la brisa fría hacia su papel...

Logre levantarme y dando tumbos por el movimiento del barco, llegue hasta la proa, allí abriendo mis brazos y con lagimas en los ojos, que se confundian con la lluvia, le grite al enfurecido mar: que Te Amo... Una fuerte oleada dio contra el barco, perdí el equilibrio y dejandome caer me entregue al mar.
Hundiéndome en sus profundidades, recordaba aquellos momentos intensos, hermosos y apasionados que vivimos. Poco a poco mi corazón dejaba de latir y aquel hilo de plata que me mantenía con vida en este mundo, se desmoronaba mientras me hundía en el inmenso mar, hasta perder la conciencia por completo...