Hospital...

La Clinica del Occidente tiene movimiento las 24 horas. Es un organismo vivo que como el corazon, no para, pero bombea esfuerzos y controles medicos para ganar la batalla de la vida en contra de la muerte.

Mientras tanto, los pacientes aguardamos sumisos el pasar del tiempo y obedecemos cuanta instruccion nos den los medicos, especialistas, enfermeros, camilleros, y aseadoras.

El dolor es el comun denominador de todos, aqui para los enfermos toda dolencia tiene igual importancia, tal vez la que nunca tomamos en serio cuando estamos aliviados. Un dolor de oido, pie, brazo, cualquier organo se le da la relevancia que merece. De alguna manera, se cumple el verso biblico que reza: " Cuando un organo se duele, todos los demas se duelen con el".

Las llamadas y las visitas, son las vitaminas emocionales que ayudan a soportar el encierro y aislamiento que una enfermedad puede generar.

Aqui lo mas bonito, es como realmente somos, pues no hay espacio para el maquillaje, el cepillado, o lapiz labial. Aqui la moda no son las ultimas botas o la nueva pinta de las pasarelas. Aqui competimos talvez con la mejor pijama y las mas comodas chancletas.

Los aretes se cambian por el suero y las manillas por agujas y mangueras. El tinto del dia es una dosis de analgesico, antibioticos y muchos medicamentos mas; adicionalmente se complementa con la toma de la presion que te dice que tan bien estas.

Ya esta oscureciendo y el panorama sonrie para los ciudadanos, el paro de transportes se ha levantado y con el las caras energumenas y estresadas que reflejaban la lucha diaria de la gente del comun por conservar su trabajo, por llevar el pan a su casa si mas obstaculos de los que dia a dia pasan.

Damaga...