Hoy no necesito más.

- Oh, no, señor, muchas gracias,
no se la puedo aceptar,
le devuelvo su moneda,
hoy ya tengo para el pan,
la fruta, la mortadela...,
y no necesito más;

no se vaya usté a enfadar,
pero es que más no quisiera;
me honro con su amistad
y cuando pasa a mi vera
ese buenos días, Joaquín,
ningún tesoro supera.

- Entonces ¿no quiere ná?
- Hoy no, mañana tal vez.
Muy buenos días tenga usted.
- Mañana nos vemos, pues.
¡Hasta mañana Joaquín!,
y, por favor, cuídese.

 

En esta vida, hay muchas circunstancias que parecen terribles.
Y otras se nos antojan maravillosas.
Pero no hay mal que cien años dure.
Y por si fuera poco, la mucha Felicidad, provoca traumas.
Del mismo modo en que los muchos pasteles, de ricos y espléndidos sabores, contribuyen a una colosal diarrea.
Es por ello que compartir nuestra Sabiduría, es menester.
Al igual que repartir beneficios, entre los empleados de una empresa.
Liberamos de lastre, al globo aerostático.
Entre otras cosas, porque el Ego o complejo de superioridad, es un lastre muy pesado.
Y hemos de desapasionarnos, para salir afuera de nuestro Yo, y así, contemplar y admirar la obra ajena.


Entonces, el Ego es el Yo Inferior, y la imagen mental que cada cuál tiene, de sí mismo.
Supongamos que me creo Elvis Presley...
¿ Vale ? Ésa es mi imagen mental.
Mi escudo.
Mi máscara.
¿ Por qué ? Porque lo que yo soy, en realidad, es un perro.


Entonces, soy un perro...
Y no me da la gana de admitirlo.
No quiero ser sincero.
No hay manera.


Y así estoy, dándome caramonazos contra las paredes.
Compitiendo, para ser mejor que los demás, en todo.
Más alto, más raudo y veloz, más rico, más digno, más noble...
Y claro, siempre voy andando de puntillas.
Ese afán de protagonismo... ¡ Eh, que estoy aquí, y soy el Rey del Rock !





¡ Hey, miradme, estoy comiendo un Sándwich !
¡ Hey, ahora voy a montar en bicicleta !
Eso es, ¡ Pedidme un autógrafo !
¡ Vamos, que se me hace tarde !


¿ De qué voy ? ¿ A dónde dirijo mis pasos ? Lo que necesito es pienso. Agua, y salir a pasear...