Hoy recordé tu voz.

Me agradaba oír aquella voz tan perfecta que le pertenecía a aquella alegre niña. Casi siempre me miraba, y yo, sonriéndole la deseaba tanto junto a mí. Un día, Cristel, yo te escribí estos versos deseando en mi corazón que tú te enamores de mí…

Su voz dulce
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Preguntarte si me amas
y hacer habitual la coincidencia
de encontrarte o verte,
sonreírte por todo y por nada
y luego confesarte que te quiero…
son quizás algunas de las cosas que jamás pude
en mi temor hacer o decir.
Cristel de la voz dulce…,
ojalá te enamores de mí.

Quizás hoy, más tarde o mañana,
cuando se haga plena tu belleza
y aún no acabe el noviembre,
en una noche azul, eterna y estrellada.
Sé que tú conoces del anhelo
que yo siempre tuve
desde la primera vez que te vi.
Cristel de la voz dulce…,
ojalá tu pienses en mí.

Vivir de la esperanza,
del amor, de un sonreír, de esperas,
de saber que vuelves,
de juegos, de alegrías, de miradas,
de inocencia, de caricias, de un beso…
esperando a que tú juntes
los fragmentos de mi vivir.
Cristel de la voz dulce…,
ojalá guardes espacio para mí.

Saber que me amas
junto con las amables estrellas
que iluminan el inacabable oriente,
y que en sí silenciosas guardan
toda la pasión y los sueños
que una vez más cubren
la interminable distancia del cenit.
Cristel de la voz dulce…,
ojalá te enamores de mí.
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Añoranza en mágicas y encantadoras letras...muy dulce leerte amigo...
Sé bienvenido...te abrazo con todo mi cariño...