Hoy te quiero, pero puede que mañana no.

Hoy la e visto y no me a mirado, y aunque me hubiera mirado seguiría sin creer en dios.
Después de todo, el amor no parece tan complicado, basta con una mirada, una sonrisa o una palabra, a decir verdad no hace falta ni eso. Solo una chispa, que brote de los ojos o del alma, y que te haga sentir bien.
Esta situación consiste en focalizar tu atención en una persona y divagar buscando en tu imaginación como sería agotar tu vida junta a ella.
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Hoy debes de saber que te quiero, pero puede que mañana no.
Hoy me fundiría contigo como si no existiera nada más, como si la humanidad no se conociese a si misma.
Cerraré los ojos para verte más clara, para oír más puras tus palabras que me inventaré por ti.
Cerraré los labios esperando quieto el momento en que los tuyos me acaricien con su suavidad.
Hoy te quiero, pero mañana puede que no, hoy te quiero y tu no lo sabes.
Te miro, aunque por si acaso no mucho, no sea que tu mirada se cruce con la mía y me quede ciego. Porque estoy seguro que te beberías mi vista, que cansada ya de ver colores apagados, se encerraría en la cárcel de tu cuerpo y no saldría jamas. será majadería, pero yo tampoco lo haría.

Que sorpresa, soñando, me e descubierto andando por los jardines de tu pelo, llegando a las sienes y haciendo un descanso para mirar al suelo y verlo como tu. Me lleva la corriente de tu piel por tu mejilla que parece miel blanca y acabo casi desmayado al ver aparecer tu cuello desnudo.
Al poeta no lo mata ni el sida ni el arma, lo mata sin compasión la ausencia de palabras que le ayuden a describir las imágenes más bellas. Si yo fuera poeta, tu cuello sería mi tumba. Pero pediría que como último deseo, me dejaras morir en él. Besaría su aroma, para llevarme conmigo al infierno el edén. A que debe saber? A saber si entonces, las musas que orbitan a su alrededor no me iluminan el camino del paritorio, donde nacen las esperanzas y revivo absorbiendo de nuevo mi vida, que es la tuya.

Despierto y te vuelvo a ver en el mundo real, pero prefiero pasar el día soñandote, por que aquí te veo cerca, pero te siento lejos. No me acercaré a ti, jamas! No te hablaré, o al menos lo intentaré. No permitiré que digas o hagas algo que difumine la dorada imagen que me da la vida. Te conservaré así, sin más. Cuando me venza el letargo, tu seguirás en mi mente desnuda, ni ropa ni palabras.
Hoy te quiero, aunque puede que mañana no, y tu nunca lo sabrás...
Y por eso, que hoy te quiero, te escribo estos versos, que junto a tu recuerdo, mañana morirán.