Hoy...

Hoy, me he perdido. Hoy he perdido, extraviado, tres niñas en el camino. Tienen esas niñas el mirar dulce, los ojos claros. Tienden las manos, pequeñas y suaves, buscando donde asirse; pidiendo otra mano grande y fuerte que las acompañe por la vida. Un paseo entre el amor y la muerte.


A veces, las más pequeñas, se fatigan y hay que cogerlas en brazos; mira la mayor, deseosa de ser, también ella, así llevada y se calla, consciente de ese par de años de diferencia, que hacen que la consideremos grande, algunas ocasiones, ¡tan grande!...


Esperan, con ilusión en la mirada, una caricia, un beso, un abrazo, un juego, una simple palmada. ¡Cómo me arrepiento ahora de los momentos en que han recibido una voz injusta, en vez del mimo que reclamaban!¡Cómo guardan ahora memoria mis manos de las caricias entregadas! ¡Qué vacíos los brazos que las abrazaban!


Hoy las he perdido en un recodo del sendero. Otra mano las lleva. Otra palabra, de mí las aparta. Queda, eso sí, mío para siempre, irrenunciable, su recuerdo prendido en cada rincón, en cada imagen, en cada verso: Siempre niñas en mi corazón, sujetas, por cariño, a mi ser entero.

Hoy, me he perdido.

 

Es una prosa muy emotiva, porque los niños, siempre serán niños ante la mirada del corazón.
Pero lo que fue y es importante, nunca desaparece, no se pierde en tanto se conserve la memoria del amor profundo.
Escribís con el alma, Luis, no me extiendo mucho porque en textos como este, las palabras son internas, son sentimientos.
Sí te digo que admiro tu capacidad de comunicar emociones genuinas, que un lector sabe ver y valorar.
Valoro todas tus obras, porque trascienden, y permanecen.
Muchos abrazos, querido amigo.

 

Muchas gracias.

 

Preciosa historia Luis, la vida simplemente eso ocurre, la vida sigue su curso, todos tenemos un momento y un propósito, somos un préstamo para los que nos aman y un albergue temporal para aquellos a los que les damos la vida, un enorme placer leerte, besos.

 

Hay imágenes que se fijan con ahinco en las paredes del sentimiento y que sucesivas veces nos hacen vibrar de emoción. Las llevamos de la mano sin querer soltarlas, pero ellas se nos escapan como niñas que quieren jugar solas con su libertad... Encantada siempre de leerte mi querido y admirado amigo. Muchos besos plenos de cariño.....muááááááckssss...

 

El tiemo que las trajo a nuestro lado, se las ha llevado con los días, las horas, los años... Viven ahora sus vidas independientes, plenas y uno se llena de felicidad por ello, pero hay momentos en que las manos extrañan el tacto de las suyas, su caminar alegre y soñador a nuestro lado. Muchas gracias por detenerte en estos escritos que se llenan de añoranza. Besos.

 

Un placer tenerte por estas letras. Son recuerdos que habitando la memoria vienen a sentirse como un vació en las manos que ya no llevan las suyas. Todo pasa y el tiempo muy rápido. Sólo la memoria permanece. Gracias por tu visita. Besos.

 

El amor de los padres con los hijos queda grabado en tu bello poema, a pesar de las cosas que se pierden nunca perderás ese amor tan grande por tus pequeñas, maravilloso en forma y contenido. Un gran abrazo.

 

Me hace usted pensar que estoy a un paso de que este presente se vuelva pasado y me entristece. Pero son hermosas sus palabras, me resolveré a disfrutar mi presente.

Saludos.