Huellas crueles

Una huella​

Tan grande como el universo mismo​

Muestras de amor​

Tan pequeñas como un granito de arroz​

Su alma arde en llamas​

Mientras aquella​

Sentada en un sillón de terciopelo rojo​

Con un vestido negro de satin​

Su cabello negro como la noche​

Y su piel blanca como la nieve​

Su mirada fría​

Y esa sonrisa maquiavélica​

Su corazón pedía a gritos un último beso​

Ella se lo regaló​

Aún sabiendo que así sufriría más​

Digna escena de película de terror​

El único amor que ella verdaderamente sintió​

Fue el amor al sufrimiento ajeno​

Le gustaba que la lastimaran​

Le gustaba perdonar​

Porque sabía que al correr del tiempo​

El sufrimiento de ellos sería mayor​

Mientras ella​

Sentada​

Cómoda​

Con una sonrisa tal guasón​

Pensaba en aquellas huellas que dejó​

Huellas​

Tan grandes como el universo mismo​

Aquellas que para ella nunca significaron nada​

 

Un suspenso que deja huella y aquel rostro maquiavélico de aquella dama, ...un placer leer tus líneas tal vez podrías extender en un desenlace no sé si melancólico o tenebroso , mis saludos cordiales poeta Kairoc lerosis

 

El viajero del tiempo pide un desenlace, y posiblemente lo aceptase el texto, pero para mí ese final es concluyente con todo peso sobre el tema completo. El desarrollo de la sentencia justifica la idea y también el final. Es un trabajo lírico muy bueno; bien hecho.