Huellas

¿Seré acaso yo,
quien dejó huellas petrificadas en tu corazón
o solamente fue el viento que pasó por tu alma
y se cuajó dentro de un eterno suspiro?

¿O fuiste tú,
quien dejó en algún recóndito rincón de mi alma
algún instante fosilizado por el tiempo?

¿Se requiere quizás contratar arqueólogos,
que escarben profundamente los abismos interiores
y descubran los momentos especiales guardados en el armario?

¿O será el destino,
quien se encargue de reunir con un brindis añejado
los viejos recuerdos que nos desgarran la vida?

por πxel © http://poetas-ac.blogspot.com/2010/01/huellas.html

 

Hola, interrogantes que surgen de no saber donde quedaron las huellas que un amor deposito en el tiempo. Incertidumbre ante la búsqueda del ser. Saludos
¡SONRIE!

 

Gracias por tus palabras
Un abrazo sincero

 

Nxel.
Seguramente fue el amor que se quedo impreso en vuestros corazónes, recuerdos de aquel ser que se amó y se ama, por ello se siente aun su huella.
hermosos versos.
estrellas.
Ana

 

Gracias Anita, por tus palabras de siempre...
Un abrazo
Bendiciones

 

a veces n sabemos hasta donde llegamos en la otra persona o hasta donde ella llego en nosotros,salu2

 

Gracias hermano, por pasear un rato entre estas letras.
Un abrazo
Bendiciones

 

Son huellas inborrables que deja el amor.
Gusto en leerte.

 

Totalmente de acuerdo...
Muchas gracias Anamar,
por pasearte entre estas líneas.

Un sincero abrazo
Bendiciones

 

nxel, lindo remate ojala y el brindis llegue a tiempo, mis saludos y pase por aqui... y me quede y me gusto ok?

 

Muchas gracias Alicia por esas palabras...
Un abrazo sincero
Bendiciones

 

Una hermosa poesía disfruto de tu puño y letra amigo, fantástico.
Un gran saludo, estrellas y abrazos sinceros.
Ariel.

 

Muchas gracias Ariel, hermano, por seguir leyendo mis arrebatadas líneas...
De vuelta el abrazo
Bendiciones

 

Bella forma de enlazar las interrogantes
y las ideas desesperadas que demandan una puestas,
una razón.

Dejo estrellas.

__________________________________________________ LEO

 

Me gusta especialmente el terceto final:

“¿O será el destino,
quien se encargue de reunir con un brindis añejado
los viejos recuerdos que nos desgarran la vida?”

El destino no se puede cambiar, pero el amor es libre; aunque no sea correspondido, no está condicionado.
Gracias por compartir tu poema.

Antonio.

 

Muchas gracias Leo, hermano, por tus comentarios...
Un honor que te pasees por estos lares.

Un abrazo sincero
Bendiciones

 

Muchas gracias Antonio, hermano, por esos comentarios...
Un placer, nos estamos leyendo.

Un abrazo sincero
Bendiciones