Huida/17 marzo 2009

Hodiandole, entre sollozos, observe la puerta cada cinco minutos;
el celular pasa mis llamadas al buzon,
es domingo,¿que hay un domingo?
angustia en mi garganta,se ahoga mi voz,
pensando en la desolacion que me provoca su ausencia.
en la constante tristeza por su abandono,
murmuro ¡que este vivo!
desde el medio dia sin respirar bien,
desde el atardecer curiosa,
desde la media noche desesperada, en la calle,
veo pasar su micro en la que debio volver a casa...
Gastando el suelo del departamento,espero un golpe en la puerta,
solo el viento de la madrugada azota la puerta y me acaricia;
¿vale la pena que corteje su ausencia?
con optimismo, a las cuatro de la madrugada asumo su huida,
doy vueltas en las sabanas que ayer, sin indicios,
fueren testigos de un desenfrenado acto de entrega intima;
agotada concilio el sueño, sigo inconciente esperandole,
hace frio sin el, falta ese aroma que me da paz,
el miedo a la desolacion y el abandono me poseen,
cierro los ojos, despierto, luego los vuelvo a cerrar.
Una luz enceguece mi somnolienta alma que ve la hora por inersia,
son las siete de la mañana y solo el cobertor me abraza,
otra vez ese nudo en la garganta, ese temblor, esa rabia y esa tristeza,
observo el techo de la recamara mientras este amor duele,
hodiandole por su ilicito actuar,
toca la puerta...
¡estas vivo! grita mi corazon y le arroja una mirada,
a su intoxicado y vicioso ser que esta de vuelta.

como duele gastar la vida!!!