Humanos creadores.

Tu mejoría...
Tu aplomo.
No tiembles.
Tu honradez, basada en los derechos, y en los deberes.


Y en el Derecho Natural, que es la escritura, o la escultura, o la cinematografía...


Libertad de expresión.
Pro-Manifestación.
Generación, latido.
Cósmico...


Co-creadores de una leyenda, llamada Amanda.





Co-creadores de la ciudad sin nombre.
Co-creadores, al unísono, de un Julio-César creador.
Un Julio-César que ya estaba ahí.
Adán.


Eva y Adán. Humanos que pueden comprender el concepto mental más amplio que hay.


El concepto mental...
¡ No cupo !
¡ Qué mal me supo !
Sesos de cordero. Sopa de aletas de tiburón.





¡ No puedo ! ¡ Socorro ! No quiero jabalí asado, como recompensa...


Amanda es una leyenda que se está escribiendo.
Amanda, en el corazón.
Amanda, porque en femenino, ellas sonríen.
Amanda...


Tierna. Grácil. Simple. Como Jane Fonda. Entonces, eso es Amor.

 

¿Entonces los humanos somos creadores del amor? Me he quedado con esa idea al acabar el poema.

 

Somos creadores del Amor-Bondad, pero él ya estaba inserto, en nuestros corazones. Sin embargo, está bien descubrirlo. O sea, es como descubrir América. Que América, ya estaba allí, desde tiempo inmemorial.