Humo y ceniza

​

Estoy calcinado… Soy humo y cenizas que el viento esparce por las tierras yermas del olvido, humo y cenizas que cubren los pechos y el vientre tibio e inalcanzable de la amada fugaz…

Las pasiones me inflamaron con su beso ardiente, me abrasaron el alma y la carne con su amor mortal, y tiñeron mis ojos con su escarlata voraz.
¡Oh ríos de la más pura sangre!

¡Soy esclavo de mis pasiones! ¡Soy su corcel moribundo!
¡Soy su esbirro leal!

¡Soy un mórbido! ¡Un enervado! ¡Un lánguido!
¡Soy lo que soy!

Las pasiones me han enceguecido con su fiebre arcana, me han enajenado con su linfa letal, me han embelesado con sus lumbres riscosas y enardecidas: ¡ah! Esos fuegos opalinos de placer platónico, esas flores indómitas y perversas… lavanda, narcisos, amapolas, lotos, verónicas, convólvulos, ¡delirante girasol! ¡Cómo ocultan un averno en sus aromas de misteriosa ensoñación!
¡Las pasiones! ¡Ay, las exquisitas pasiones! ¡Las pasiones tímidas y traicioneras! Ellas me han excitado a saltar por el precipicio de la vida fulgurante… ¡Soy su perro fiel! Y me azuzaron hasta caer muerto en los umbrales de la noche… desdentado… hambriento… triste… desolado…

¡Ay, pasiones! ¡Pasiones arteras! ¡Pasiones de tósigo y miel! ¡Pasiones de piel sedosa y caricia umbrosa! ¡Pasiones asesinas del anhelo cruel! ¡Indómitas! ¡Perversas!
Y soy humo… y soy ceniza…





l. e. torres

 

Enhorabuena Esteban, buen poema. Es un placer navegar por estas letras inspiradas y acertadas.
Mis humildes estrellas y un saludo cordial.

 

muchas gracias por esas palabras tan alentadoras, tambien un saludo!