1. Invitado, ven y descarga gratuitamente el cuarto número de nuestra revista literaria digital "Eco y Latido"

    !!!Te va a encantar, no te la pierdas!!!

    Cerrar notificación

Hundirme en la tierra

Tema en 'Poemas Melancólicos (Tristes)' comenzado por MIDAS, 25 de Mayo de 2013. Respuestas: 1 | Visitas: 511

  1. MIDAS

    MIDAS Poeta recién llegado

    Se incorporó:
    8 de Enero de 2013
    Mensajes:
    21
    Me gusta recibidos:
    2
    Hoy quisiera hundirme en la húmeda tierra en que te encuentras
    tan solo, tan callado, tan tranquilo.
    Sacarte de la oscuridad, cargándote, como si fueras un niño que cabe en mis brazos y traerte a la luz.

    Llevarte a tu casa, donde tus padres,
    y decirles que todo fue un malentendido
    Llamar a nuestros amigos y darles la buena nueva.
    Brindar por la vida y por todo lo demás.

    Hoy quisiera hundirme en la tierra dura en que te encuentras
    Y regalarte mi guitarra.
    Hacerte despertar para entonar juntos una canción,
    como cuando cantábamos hasta el amanecer.

    Componer la canción que no compusimos;
    beber la botella que nos faltó;
    vivir el tiempo que se nos escapó,
    porque lo postergábamos siempre, como si fuésemos para siempre.

    Quisiera haber sabido antes lo que ahora sé,
    para decirte tantas cosas.
    Te propondría que tuvieras un hijo, que escribiéramos una pieza, que jugáramos el partido que nunca ganamos.

    Convocaría a todos nuestros amigos y organizaríamos una fiesta,
    una última fiesta: la fiesta de tu vida.
    Nadie llevaría reloj; nadie se iría antes que tú, ni tú te irías antes que todos, como sin embargo lo hiciste.

    Quisiera llorarte como los musulmanes lloran a sus muertos, como el niño extraviado llora en la plaza a su madre, pero no puedo.
    Hoy quisiera hundirme en la tierra en que te encuentras,
    para mostrarte el retrato de tu esposa, de tu amada esposa.
    Decirte que tus hermanos nos aguardan arriba con viandas de gala,
    con el tiempo que no nos dimos.

    Hoy quisiera decirte que sin ti la música no se escucha igual.
    Que las guitarras del mundo lloran tu partida, lastimosamente.
    Que la tuya te espera, en silencio, en el rincón de siempre.
    Que quise tañir las cuerdas de la mía, pero el sonido se le atoró en la garganta.

    Si estuvieras aquí recordaríamos cuando caminábamos a falta de dinero para pagar el importe del camión.
    Lo que soñábamos, como si el mundo fuera para nosotros completamente.
    Lo que decíamos del futuro, que nos pertenecía y que de pronto nos sorprendió.

    Hombre bueno, de trato afable.
    Sonrisa sonora, tan fuerte como tu corazón.
    Viviste el dolor con amor; uniste a los tuyos más que nunca en torno a ti.
    A todos nos enseñaste cómo se vive con plenitud.

    Hoy quisiera decirle tu nombre a todos los músicos,
    para que por un segundo la música cesara en todo el mundo.
    Que todos supieran que hubo un hombre que se llamó José Cruz.
    Que llevó en su nombre el calvario de una vida plena,
    menguada por el sufrimiento de un incendio interno
    que sufrió para vencerte.

    Querido amigo: la muerte nunca había batallado tanto para cumplir su horrible cometido. Y cuando por fin lo consiguió, terminó perdiendo porque te inmortalizó en la memoria de quienes te conocimos.

    Quisiera remover furiosamente la tierra que te encubre. Cambiarla por flores y discos. ¡Por qué no te dimos una guitarra! ¡por qué! Habrías andado tu camino entonando una canción, la que fuera, la que tú quisieras. Pero ahora ya no se puede y tu estás en silencio.

    Si tuviera tu retrato se lo mostraría a los transeúntes, a las azafatas, a los sacerdotes, a los presos. Les diría: éste fue el hombre que venció a la muerte antes de morir, una y mil veces.

    Es necesario que la gente lo sepa; que sepa de ti.
    No acepto, en verdad no acepto que una vida se extinga y que su permanencia en el mundo dependa de la memoria nada más.

    Cuando, después de varios años, nos reencontramos, me contaste con entusiasmo que te casarías con la mujer de tu vida. Tu conversación era interrumpida con frecuencia por espasmos y tos, y yo temí que el cáncer padecido y supuestamente vencido hacía diez años hubiera reaparecido. Pero te veías tan feliz que no quise mencionarlo.

    Hoy quisiera tan sólo decirte, que yo fui tu amigo.
     
    #1
  2. GAVASE

    GAVASE Invitado

    Hermoso homenaje a un amigo, felicidades Midas.
     
    #2
    A MIDAS le gusta esto.

Comparte esta página