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La oscuridad me acompaña,
escupo
sus cenizas
para resurgir
cuando adoradores solitarios
siguen mis preceptos
condenados a la soledad
de verse rodeados de inertes latidos.

El placer de mi sombra
se esparce
y ella
-la muerte-
cobija y secunda
la locura de amarme
-sin colores-
en el éxtasis que la propia inconciencia.

Máscaras,

- falsas meretrices
que invaden la angustia
de la aparente
hegemonía de la belleza-

son expulsadas
(y pisoteadas)
por la incomprensión;

síndromes del reflejo
de sentir lo que está prohibido,

mientras
escupo cenizas
para resurgir
y mi oscuridad
me acompaña.


​

 

No te acompaña... Solo te abraza... Un gusto leerte

 

las meretrices y la belleza, con la falsedad de por medio dan esa sensación de que todo oscuridad interna la mayor parte de las veces viene por juicios ajenos a nuestra sombra...
me quedo con esa imagen de agobio por no pertenecer pero aún no determino si es por voluntad o no
en fin, placer leerte, y soy malo comentando, sorry jaja, saludos!

 

La soledad en exceso es mala compañera.Un placer conocer tus versos y bienvenida.Saludos.

 

Super dark el poema... me encantaron tus versos y ese toque monocromático al tema... Yo amo a la oscuridad!
Las mejores vibras y estrellas a tu pluma!

 

Esa leve inclinación a los efectos tremendistas, a las imágenes de choque y la invocación que se hace de la sombra le da ese tono subyugador y vívido.
Muy bien.

 

La obscuridad, maravillosa compañia, a la que hay que saber llevar, sin que te consuma. Bendiciones y estrellas. Un gusto leerte.

 

Secreto
​

La oscuridad es la proyección
de la luz sobre el todo.
La soledad es la huella
de la ausencia.
Me gustaron mucho las líneas que remarco.
Gracias por compartir tu poema.
Saludos.

Joel