Idiota, te envidio

Oh idiota, que dulce es tu miel
despreocupado como el canto de un ave
eres tan natural como la naturaleza;
no te importan los vicios del hombre

Oh idiota, cuanto te envidio
envidio tu simpleza y tu sencillez
cuando veo una flor, veo un poema
y mil simbolismos me presenta a mí el mar

Idiota, tu estupidez es de oro;
oro de tontos, como la perla del alma
nunca te hablaron ni del rencor ni del odio
y el perdón siempre habita en tus labios

Idiota, querido amigo mío
regálame de ese tu opio de olvido
que por más que busco no encuentro
la droga de tu ignorancia

Quiero ser como tú, idiota
simple y despreocupado
quiero un día ver una flor
y no ir más allá de la flor

 

La búsqueda de la paz interior te lleva a renegar eventualmente de tu condición de hombre pensante, para matar los fantasmas de la realidad;
Lo has expresado muy bien en tu doloroso poema; un saludo,
edelabarra

 

Y los fantasmas de la realidad a veces sí que asustan...

 

Yo también lo envidio. Buenos conceptos nos expones en este poema.
mamCArdenal

 

No podria estar mas de acuerdo! Gran poema... mis estrellas para ti... saludos!