Ilusión Final

Por las sendas escabrosas de la vida,
taciturno continúo mi camino,
entre ruinas de una dicha fallecida,
que me dieran los azotes del destino.

Sólo huellas macilentas van quedando,
como pruebas del dolor y desencanto,
que mi ser atormentado va probando,
cual banquete de lamentos y de llanto.

En las lívidas facciones de la carne,
puede verse claramente la desdicha,
que las penas día a día suelen darme.

Acaricio la ilusión de la agonía,
que a de dar a mi dolor profunda dicha,
sepultado bajo tierra y losa fría.