Impotencia

sueño desquiciado:
yo en la cima, y hacia arriba las lenguas de fuego
envuelto yo en ardientes raíces de ortigas
atado para siempre al suelo
tocando el seno de Dios con los dedos
y mis gritos son honestos
fuera y dentro del sueño
la divinidad alcalina
que me baña es fuera
sudor de agonía, de una noche macabra
pues sobre mi cama no hay dios,
no hay nada
y en la mañana las ortigas son
cobijas calientes y sábanas.

 

Magnífico poema, una belleza. Me encantó. Te felicito jdgb. Un saludo.

 

Has transmitido muy bien la angustia y el vacío. Te felicito por estos versos y te envío unas cuantas estrellas. Besos.

 

Honrado infiníamente por sus comentarios. Mil gracias!

 

Es una maravilla este poema, un verdadero placer transitar tus versos.