Indeterminación reinante.

Por fin,
me estoy dando cuenta,
de que existe un camino,
so las olas del Mar.


Para el surfista, sobre su tabla.


Para el tablao flamenco.
Para el tatami del sumo nipón.
Para el restaurante,
de cara al público, cuyos cocineros


sonríen y preparan los huevos fritos,


a petición de cada cuál.
Frente a su inocente y bella mirada.
Por fin, me veo
retratado, en el establo antiguo.





Donde Noé construyó el Arca.


Gog y Magog.
Gomer y Mesech, Tubal…
Sem y Jafet. Cam...
Javán, Melquisedec, Semíramis...

 

Qué bueno que al fin te encuentres Nomito

 

Es gracias al dibujo, amiga.
Asisto a un taller impartido por una profesora reluciente.
Es una lumbrera. Y me muestra algunos pasos que puedo dar.
Ya me conoce, y sabe de mi talento.
Pero es, aún, rudimentario y primitivo.
Y no sé si me conviene refinarme, de un día para otro.
Todo se andará, sin embargo. ¿ Llegaré algún día, a montar a caballo ?
O el caballo hará lo que a él le venga en gana...