Indiferencia

Jamás pensó que la indiferencia se iba a instalar en sus huesos y los iba a roer tan fuerte que hubiera momentos en que pudiera notar como se astillaban uno a uno. El dolor se hacía cada vez más insoportable, y sus alas, ya rotas antes, no podían siquiera aletear.
El miedo a no saber como actuar, como reaccionar en determinados momentos, en como encontrar las palabras adecuadas para cada ocasión... le hacían quedarse mentalmente inmóvil en un rincón, esperando una ocasión en la que poder liberar sus lágrimas y su amargura.

Preferiría el odio a la indiferencia, al fin y al cabo, el odio es una consecución del amor. Odiamos a quien queremos o hemos querido. Pero la indiferencia... es una palabra tan horrible, que ni siquiera debería existir.

Lo había dejado todo por dar un giro a su vida de 180º y ahora se encontraba más sola que en toda su existencia.
Y aunque no tenía miedo a la soledad, ya que muchas veces la buscaba y la deseaba, tenía miedo de que esa soledad fuera motivo de la entrada de la indiferencia en su vida.

Quizá dio su amor al corazón equivocado, quizá ella era ese corazón equivocado. O quizá la convivencia no era su punto fuerte. O sus orgullos chocaban en ese punto que provoca tanto dolor.

Siempre se empeñaba en buscar lágrimas en la arena, aunque solo necesitaba alguien que creyera en ella, que le ayudara a respirar, a salir de esa indiferencia.

No quería cerrar la puerta y agarrarse al asfalto sin mirar atrás. La última vez que lo hizo notó como el arrepentimiento rasgaba su alma hasta hacerla caer en un profundo abismo, aunque la apariencia demostrara lo contrario; al fin y al cabo... es eso : apariencia.
Tampoco quería traspasar la fina línea que te hace ir paso a la eternidad, aunque allí podría encontrarse al pasado amor perdido años atrás en el laberinto. Jugó muchas veces entre los límites de esa línea para acudir a su encuentro, y ahora daba gracias por no haber dado el paso a ese mundo etéreo de sueños irrealizables.

Pero el pasado era pasado, los recuerdos debían quedar en el baúl, junto con pasados arrepentimientos, pasados amores, pasadas lágrimas, pasados dolores...El presente y el futuro era lo que debía importar ahora.

Y era muy duro mantener esa vela encendida bajo la lluvia torrencial que ahogaba sus corazones. Pero cuando los temores te ahogan y las sombras intentan invadirte, hay que encontrar un camino sin culpas, una senda sin rencores.
Ya sabemos que nada dura para siempre, y mucho menos la lluvia helada y torrencial que pretendía separarles.
Pero ella necesitaba que él entendiera que dos no es igual que uno más uno, que ella no era la única que debía mantener encendida esa vela bajo la fría lluvia.



http://www.marinadoc.com/pensamientos/shindiferenciash

 

Asi es la vida a veces y castiga a quien menos lo merece.
Gusto leerte.
Mi ultimo link:

http://www.mundopoesia.com/foros/poemas-de-amor/270421-en-la-oscuridad-del-amor.html

 

Sunceramente me cautuvaste leyendote,quisiera leer mas de esto.Un abrazo